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El blanqueamiento dental es un procedimiento odontológico cosmético que utiliza peróxido de hidrógeno para aclarar el color de los dientes. Puede realizarse como blanqueamiento en consulta o en casa, utilizando cubetas de blanqueamiento fabricadas por el dentista.

El método de blanqueamiento en consulta consiste en aplicar una funda protectora en las encías, a continuación un gel blanqueador en los dientes y activarlo con una luz fría/de plasma. Esta cubierta protectora de las encías ayuda a prevenir la sensibilidad dental.

El método de blanqueamiento en casa implica el uso de cubetas de blanqueamiento hechas a medida por el dentista, que se rellenan con un gel blanqueador y se llevan durante un periodo de tiempo determinado según prescriba el dentista.

Para mantener la blancura de los dientes después del blanqueamiento, es importante evitar ciertos alimentos y bebidas que pueden provocar manchas, como las frutas y los zumos de color oscuro, el café y el té, el vino tinto, los refrescos de cola, la remolacha, la salsa de soja, el curry y el chocolate negro, por nombrar algunos.

Para que los dientes sigan teniendo un color claro después del blanqueamiento, también es importante cepillarse los dientes y utilizar hilo dental con regularidad para eliminar las partículas de comida y las sustancias que puedan causar manchas y que puedan estar adheridas entre los dientes. Si no puede cepillarse los dientes por haber ingerido alimentos o bebidas que manchen los dientes, enjuáguese la boca con agua. Esto es mejor que nada si no puede acceder a su cepillo de dientes.

Tu dentista puede darte más consejos para ayudarte a mantener tus dientes. Reserva una cita con el dentista para ver si eres candidato al blanqueamiento.