Los pacientes con una salud comprometida en la unidad de cuidados intensivos presentaban un menor riesgo de infecciones respiratorias si recibían una atención dental adecuada.
Una nueva investigación muestra que los pacientes vulnerables de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que recibieron una mejor atención bucodental por parte de un dentista tuvieron un riesgo significativamente menor de desarrollar una infección de las vías respiratorias inferiores (IVRI), como la neumonía asociada a la ventilación mecánica, durante su estancia en el hospital.
El estudio se publicó en Infection Control and Hospital Epidemiologyla revista de la Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA).
"Las bacterias que causan las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria suelen comenzar en la cavidad bucal", afirma el Dr. Fernando Bellissimo-Rodrigues, autor principal del estudio. "Este estudio sugiere que contar con la atención semanal de un dentista como parte del equipo de la UCI puede mejorar los resultados de los pacientes vulnerables en este entorno".
Los investigadores brasileños utilizaron un diseño de ensayo clínico aleatorio ciego a los observadores para analizar los datos de 254 pacientes adultos que permanecieron en una UCI general durante al menos 48 horas. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir una atención odontológica mejorada proporcionada por un dentista o a recibir una higiene bucal rutinaria realizada por el personal de enfermería de la UCI.
La atención odontológica reforzada incluía el cepillado de los dientes, el raspado de la lengua, la eliminación del sarro, el tratamiento restaurador atraumático de la caries, la extracción dental y la aplicación tópica de clorhexidina correspondiente a las necesidades de cada paciente de cuatro a cinco veces por semana. Comparativamente, el tratamiento habitual consistía en una limpieza mecánica con gasas seguida de la aplicación tópica de clorhexidina tres veces al día.
Los pacientes a los que se proporcionó una atención dental mejorada tenían un 56 por ciento menos de probabilidades de desarrollar una infección de las vías respiratorias durante su estancia en la UCI, en comparación con el grupo de pacientes de control. Los investigadores señalan que la mejora del tratamiento odontológico, incluida la antisepsia bucal realizada de forma rutinaria en las UCI, podría ser más eficaz para reducir las bacterias bucales y ayudar a prevenir la migración de estas bacterias a los pulmones.
Este artículo se ha reproducido a partir de materiales proporcionados por la Society for Healthcare Epidemiology of America.